- La imagen digital
Vivimos una era en la que todas las
formas de la información están sufriendo un proceso de
digitalización. Las imágenes, por supuesto, no han podido escapar a
este proceso. La fotografía, el cine, la televisión, el diseño
gráfico e, incluso, el diseño industrial producen miles de imágenes
digitales, que son almacenadas en algún soporte físico, enviadas
por un medio de transmisión electrónico, presentadas en una
pantalla o impresas en papel en algún dispositivo.
Muchas personas, cuando se quieren
comprar una cámara de vídeo o un escáner, escuchan atentamente los
consejos del vendedor pero no entienden bien lo que les dice:
“megapíxeles”, “puntos por pulgada”, “profundidad de color
de 32 bit”. Vaya un lío. ¡Qué lejos están las películas
fotográficas de 35 milímetros y el positivado en papel fotográfico!
Cuando producimos imágenes, tomando
fotos o escaneando un documento, por ejemplo, tenemos que tomar
algunas decisiones para alcanzar un compromiso entre la calidad de la
imagen y el tamaño del archivo. Para tomar bien esas decisiones hay
que tener claros algunos conceptos básicos y con ese objetivo he
redactado estos apuntes.
La primera decisión que debemos tomar
es si queremos producir una imagen vectorial o una imagen bitmap.
Cada uno de estos tipos de imagen se produce y edita con programas
diferentes y tiene aplicaciones diferentes. Conviene comprender bien
en qué se diferencian y cuáles son las ventajas e inconvenientes de
cada una.
- Imágenes vectoriales
Las imágenes vectoriales están
compuestas por entidades geométricas simples: segmentos y polígonos
básicamente (de hecho, una curva se reduce a una sucesión de
segmentos). Cada una de estas entidades está definida
matemáticamente por un grupo de parámetros (coordenadas inicial y
final, grosor y color del contorno, color del relleno, etc.) Por
compleja que pueda parecer una imagen, puede reducirse a una
colección de entidades geométricas simples. La imagen siguiente es
una imagen vectorial:
Al estar compuestas por entidades
geométricas simples, las imágenes vectoriales se pueden cambiar de
escala, para ampliarlas o reducirlas, sin que la imagen pierda
calidad.
- Imágenes bitmap
Las imágenes de mapa de bits están
construidas mediante una gran cantidad de cuadraditos, llamados
pixel. Cada uno de estos cuadraditos está relleno de un color
uniforme, pero la sensación obtenida es el resultado de integrar
visualmente, en la retina, las variaciones de color y luminosidad
entre píxeles vecinos.
Las imágenes de mapa de bits, también
llamadas bitmap, son la alternativa ideal para reproducir objetos
sutilmente iluminados y escenas con gran variación tonal. De hecho,
es el tipo de imagen utilizado para la fotografía y el cine.
Obviamente, la calidad de la imagen dependerá de la cantidad de
píxeles utilizados para representarla.
Así pues, resumiendo, antes de crear
una imagen hay que elegir una de las dos tecnologías de imagen
digital: vectorial o bitmap. Cada una de ellas tiene unas
aplicaciones y su producción exige unos requisitos que hay que
conocer.
Las imágenes vectoriales son ideales
para cartelería, diseño de envases, imagen corporativa, logotipos
etc., es decir en todas aquellas situaciones en las que una misma
imagen, hecha con una gama reducida de tintas planas, debe ser
reproducida en distintos soportes y a distintos tamaños.
Las imágenes en mapa de bits, en
cambio, son perfectas cuando la gama de colores cambia sutilmente. En
este caso, la imagen debe generarse teniendo muy en cuenta dónde y
cómo va a mostrarse, con una cantidad de píxeles y una gama de
colores adaptados al soporte en el que va a reproducirse. Una vez
hecha, las modificaciones comportarán pérdida de calidad.
- La resolución
Podemos definir la resolución como la
capacidad de reproducir fielmente los detalles de una imagen.
Utilizaremos esta palabra, lógicamente, al referirnos a la
resolución de una imagen digital, pero también, al referirnos a una
impresora, un monitor, una cámara o un escáner. Así pues, se trata
de un concepto fundamental, que posee distintas acepciones, según el
contexto en el que lo utilizamos.
- La resolución de una imagen
La resolución de una imagen es la
cantidad de píxeles que la componen. Suele medirse en píxeles por
pulgada (ppi)1 o píxeles por centímetro (pcm). Cuanto mayor es la
resolución de una imagen más calidad tendrá su presentación pero,
desgraciadamente, más espacio ocupará en el disco el archivo
gráfico que la contiene.
- Dimensiones de la imagen
Las dimensiones de una imagen se
expresan, como es habitual, en cm o mm. Por ejemplo, una imagen de 10
x 15 cm medirá 10 cm de ancho y 15 cm de alto.
- Profundidad de color
Cada uno de los píxeles de una imagen
bitmap está coloreado con un color homogéneo. Así pues, el archivo
que contiene los datos de la imagen debe contener la información del
color de cada uno de los píxeles. ¿Cuántos bit se emplean para
albergar esta información? Eso es lo que se conoce con el término
profundidad de color de una imagen.
Profundidad de color es el número de
bits utilizados para describir el color de cada pixel de la imagen.
Es obvio que, cuanto mayor sea la
profundidad de color de una imagen, más colores tendrá la paleta
disponible y, por tanto, la representación de la realidad podrá
hacerse con más matices, con colores más sutiles.
- La resolución del monitor
Hacemos imágenes para mostrarlas, muy
frecuentemente, en un monitor. La pantalla del monitor está
compuesta también por puntos o dots muy próximos entre sí. Esos
puntos se corresponden con los agujeros de la máscara, en un monitor
de tubo catódico, o con los puntos de una matriz en las pantallas
planas.
Nuestro ojo integra la luz recibida de cada
punto para componer una imagen que parece continua.
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